martes, 19 de mayo de 2009

LEY DE ATRACCIÓN: No me funciona (Cómo, cuándo, dónde y por qué los gurúes se equivocan)


Estás cansado de intentar aplicar la famosa “Ley de Atracción” a ti mismo, sin resultados visibles? Te has visto a ti mismo ridículo repitiendo afirmaciones de dudosa eficacia? Haz hecho esfuerzos sinceros por “creer”, ya que te dicen que la Ley de Atracción funciona sólo si crees, pero no has podido? Has querido “visualizar” situaciones de abundancia, tal como te piden los entendidos en la Ley, pero tu imaginación no es visual? Has sospechado de la infinidad de gurúes que te ofrecen una solución mágica para tu vida, pero lo que ellos hacen para enriquecerse es precisamente vender ese “secreto” a los menos avisados? Entonces estás EN LO CIERTO. Si la Ley de Atracción no funciona para ti, no es que estás equivocado ni estás haciendo algo mal. Sucede que lo que te piden está violentando algo en ti, entra en colisión con algo muy profundo y verdadero en ti. Te han pedido que no te aceptes como eres, te han pedido que cambies y seas algo que no eres, que hiere tu sí-mismo, te han pedido algo que nunca podrás aceptar interiormente, pues no forma parte de ti. Te han pedido que simules. Y si bien eso es algo que uno socialmente puede realizar, es inaceptable hacerlo con uno mismo. Es como auto-engañarse (o es lo mismo). Por eso no funciona ni funcionará. No te sigas engañando.

Los gurúes utilizan una psicología voluntarista y primitiva, con vagos conceptos, como “mente subconsciente”, “construcción de la realidad”, “vibraciones”, “programación mental” sin fundamento alguno, muchos erróneos. Hasta dan sus explicaciones basados en la física molecular, sin saber bien de que se trata. Otros dicen que son canalizadores de seres superiores que viven en otro plano y desean ayudarnos (pero se explayan en páginas y más páginas de generalidades… si son seres sabios, por qué no nos dan la fórmula de la vacuna contra el SIDA o un procedimiento efectivo para hacer dinero en los negocios, en lugar de decir que todo es amor…) Todo muy sospechoso y con olor a timo.

Además hay cosas que te dicen que colisionan brutalmente con la realidad. Te cuentan que la mayoría de los millonarios son muy virtuosos, casi santos, emocionalmente puros, y han obtenido sus fortunas honestamente. Bueno…sabemos que no es cierto. No hay como creer esto. Por supuesto que hay gente que ganó sus millones de forma lícita, quien sabe sean la mayoría, pero inclusive esa mayoría no está formada por seres puros y celestiales con sentimientos dadivosos y amor por la humanidad. Son seres corrientes, algunos excelentes personas, otros mezquinos y avaros, muchos altamente competitivos y envidiosos, casi todos bastante astutos. Y hay otra cantidad importante que sabemos se enriquecen a través de expedientes dudosos. Tenemos tantos ejemplos a la vista que es imposible abstraerse de ello. Es la realidad. Y parafraseando a Hegel, y también a Perón, digo que la única verdad es la realidad.

Entonces intentar implantar dentro de nosotros una visión de la realidad que nada tiene que ver con lo que experimentamos día a día, es absurdo. No sólo no funcionará, sino que puede dañarnos psicológicamente. Pero los gurúes nos piden que hagamos de la Ley de Atracción un credo. Con su dogma, sus ceremonias, ritos y oficiantes. Ah, y por supuesto, su diezmo (pagado en seminarios, cursos y toneladas de libros). Bueno, te diré entonces que esos gurúes de la abundancia y prosperidad mienten. Lamento decepcionarte. Querías creer, pues lo que te prometían era muy bueno. Y el procedimiento parecía a tu alcance: algunos ejercicios mentales, repeticiones de ideas, afirmaciones positivas, etc. Parecía fácil. Pero si lo miras un poco más críticamente, es imposible.

Y es imposible por tres razones básicas. Primero, los procedimientos que te enseñan son incompletos. Segundo, están equivocados. Y ellos lo saben. Tercero, la Ley de Atracción no existe. Tal como lo oyes. Aquello de que “cada cosa atrae su semejante” así tan simplificadamente, es poco menos que un disparate. Continuaremos usando el término “LEY DE ATRACCIÓN” ya que está popularizado y despierta en nosotros ciertas evocaciones importantes, pero hemos de reformularlo. Sobre bases creíbles, y no tan simplonas. Lo siento, pero la realidad no tiene que ser siempre sencilla, pasible de sentido común, ni entendible para las mentes endebles. Lo que hay es lo que está. Y esto no es, y no debe ser, una religión, donde uno se sacrifica hoy para obtener un premio en “la otra vida”, en “el más allá” (es decir, en algún tiempo futuro, cercano o lejano, quién sabe). Queremos los resultados aquí… y pronto. Y si hemos de esperar, es totalmente lícito saber cuanto tiempo debemos esperar, y algún tipo de garantía de que funcione. Y pruebas. El desencanto tiene una curva decreciente muy lenta. La persona intentará, una y otra vez, con tozudez y perseverancia, que la Ley de Atracción funcione. La recompensa prometida es muy grande como para abandonar rápido. Y hasta se podrá “inventar” avances donde no los hay (o que se producirían igualmente, aplicando la Ley o no) para ilusionarse de que la cosa marcha. O sea que profundizan su auto-engaño. Abandona esto, amigo.

Lo que necesitamos imperiosamente, quienes creemos que sí es posible la prosperidad y abundancia en nuestra vida, y la deseamos, y rápido, es depurar los principios viciados y bastardeados por los gurúes, y aclarar los conceptos, separar la maleza, sentar bases reales, y por sobre todo, establecer un procedimiento inteligente, con el que sepamos perfectamente qué hacer. Sólo así funcionará.

Aguarden grandes novedades en este blog. Dejen sus comentarios, ellos alimentarán esta espiral de conocimiento!!